Ingredientes

• 1 coliflor de 1 kg aproximadamente
• 30 g de manteca
• 30 g de harina de trigo
• 650 ml de leche
• Sal
• Nuez moscada
• 100 g de queso semi duro

Instrucciones

• Comenzamos lavando muy bien 1 coliflor bajo el chorro del agua fría. La separamos en flores de tamaño similar y guardamos el tronco y las hojas para otras preparaciones.

• Ponemos a cocer la coliflor en abundante agua hirviendo con sal hasta que esté tierna pero firme; no más de 10 minutos, pues no nos interesa que nos quede muy pasada ya que va a terminarse en el horno. La escurrimos bien y reservamos.

• Mientras la coliflor se cocina, podemos empezar a preparar la bechamel: en un cazo derretimos 30 g de mantequilla.

• Añadimos 30 g de harina de trigo y mezclamos bien. Cocinamos 2 minutos sin parar de mover, lo justo para que la harina pierda el sabor a crudo, pero sin que coja color.

• A continuación, comenzamos a añadir 650 ml de leche. Lo haremos en tandas y poco a poco, removiendo sin parar para que se integre bien con la harina y no queden grumos en la bechamel.

• Ponemos a punto de sal y aderezamos con nuez moscada rallada.

• Dejamos que cueza unos 5 minutos a fuego suave, removiendo de vez en cuando para que no se pegue al fondo. La salsa espesará ligeramente. La retiramos del calor.

• Preparamos una fuente para el horno donde quepa la coliflor extendida, que ocupe toda la superficie pero sin amontonarse. Ponemos en el fondo una capa de bechamel.

• Colocamos los ramitos de coliflor en la fuente.

• Cubrimos bien toda la coliflor con el resto de la bechamel.

• Rallamos encima 100 g de queso semi duro con ayuda de un rallador de corte grueso.

• Llevamos al horno a gratinar: ponemos la bandeja a media altura y la horneamos a 220º C con el grill encendido, durante 10 minutos o hasta que el queso esté fundido y la superficie bien dorada.