Nachos Caseros

La masa de nachos casera está hecha a base de harina de maíz. Este ingrediente será la base de nuestra receta más auténtica, pero necesitaremos un punto de harina de trigo para conseguir que nos quede más suave.

Este proceso es opcional, si no toleramos el trigo, podemos poner un poco más de agua y dejar a un lado este ingrediente.
Es una masa que al igual que la de la pizza, puedes hacer siempre que te apetezca en un tiempo récord.
Las ventajas de hacerla en casa son enormes, nos permite crear un bocado crujiente a nuestro gusto, serán unos nachos espectaculares que podemos personalizar.
Añadiendo una pizca de cebolla o ajo en polvo, aportando color con el pimentón, las posibilidades son enormes.
Para hacer nachos caseros no necesitas nada más, que la harina de maiz, agua caliente y aceite, con el toque de sal, pero quedará una masa con una textura suave si le añadimos una generosa de harina de trigo.

La harina de maíz no tiene gluten, la masa puede quedar demasiado quebradiza para poder trabajarse.
Tamizamos la harina de maíz y la de trigo, la colocamos en un recipiente grande para poder empezar a amasar esta deliciosa masa de nachos casera.
Añadimos sal y pimienta al gusto y removemos para que se mezclen perfectamente todos los sabores y colores.
Agregamos un poco de aceite de oliva y empezamos a incorporar agua caliente poco a poco, dejando que sea la harina la que la vaya absorbiendo.
Continuamos incorporando agua a la mezcla sin dejar de remover, para conseguir que la masa de los nachos vaya quedando homogénea.
La consistencia adecuada para empezar a amasar es cuando la masa no se pegará a las manos, estará suave y podrá trabajarse poco a poco.

Dejaremos reposar tapado con un paño la masa que habremos colocado en el bol con forma de bola.

Pasado este tiempo, situamos la bola de masa sobre un papel de film, cubrimos con otro y estiramos ayudándonos con un rodillo.

La grandeza de unos nachos caseros es que quede una masa lo más delgada posible que tenga ese punto crujiente que tanto nos gusta.
Cuando hayamos conseguido el grosor mínimo posible, levantamos una de las capas de film y cortamos en forma de triángulos.
Es importante cortarlo antes de hornearlo o será imposible hacerlo, nos quedarán tan finos y delicados que se romperán dando lugar a unos nachos que no serán los esperados.
Levantamos el film de abajo y, ayudándonos de él, colocamos la masa sobre una bandeja de horno, previamente forrada con papel de horno para que no se pegue la masa.
Retiramos el film para que los nachos se vayan cocinando en el horno, pero antes, vamos a poner en práctica un truco que nos funcionará a las mil maravillas.
Metemos al congelador durante, al menos, una hora para que a la hora de cocinarse en el horno nos queden más crujiente.
Preparamos el aceite para freír, en este caso, podemos usar un aceite de girasol para que nos quede un poco más suave.
También le podemos añadir un aceite de oliva suave que sea capaz de darle a estos nachos un toque español. Calentamos el aceite para que esté en su punto
Freiremos en aceite muy caliente u horneamos a 175º tras untar cada una de las noches con aceite de oliva.

Cuando vemos que están crujientes, retiramos los nachos y los colocamos sobre papel absorbente para que eliminen el exceso de aceite en caso de haberlos freído.
Lo mejor de hacer esta receta casera es poder colocarles un poco de queso en polvo o pimentón para completar esta maravilla.
Tendremos los nachos listos, nos faltará el guacamole o el pico de gallo que será el ingrediente que se convertirá en los mejores aliados de esta receta.
Los nachos con guacamole son una receta saludable que gracias a este proceso que podemos hacer en casa, incluso en el horno para que absorban menos aceite nos garantizarán un sabor impresionante.